Yewa.

Orisha mayor, sabia, solitaria, dominante, severa, exigente, perfeccionista, moralista, no expresa sus sentimientos, vive en el cementerio, dueña de las tinieblas, está muy vinculada con la muerte y los Egun.

Hija de Oduduwa, tiene un fuerte lazo con Oya y Obba, fue mujer de Boromu con quien tuvo un hijo llamado Agboni; con sus hijas conformó una cofradía de sacerdotizas. 

Le pertenecen los colores rosado, rojo vino y coral, se relaciona principalmente con las sepulturas, tumbas, féretros y con la descomposición. Por ser tan moral exige a sus hijos castidad, virginidad, virtud y mantener una conducta intachable; delante de su fundamento no se deben tener relaciones carnales, ni desvestirse.

Cuenta la historia que Yewa, hija de Oduduwa, vivía en cautiverio en una cueva en el fondo de la tierra, que se comunicaba con el mar; la custodiaban Boromu y Borosia; Boromu era con ella más complaciente que Borosia y a pesar de las instrucciones que tenía, le permitía ciertos paseos a la orilla del mar, cosa que le gustaba mucho a Yewa.

De estos paseos comenzó a nacer cierta simpatía entre ambos, que se convirtió en atracción y nació el romance entre ellos, terminando en relaciones sexuales quedando Yewa embarazada.

Desesperado y temeroso de la ira de Oduduwa, decidieron eliminar a la criatura que se gestaba en el vientre de Yewa; concluyeron ir a ver a Osain y se escaparon aprovechando que Borosia dormía.

Fueron a casa de Osain, este preparó un brebaje a base de raíces que Yewa bebió durante nueve días, luego sintió fuertes dolores y expulsó al feto, pero ya este tenía vida y decidieron enterrarlo para así tapar el pecado de los dos.

Boromu aprovecho un momento libre y fue a buscar la palma a la orilla del río para enterrar al niño, pero Borosia que había notado algo raro su conducta, lo siguió y vio lo que hacía, descubriendo el secreto de los amores de ellos dos.

Borosia, despechado y celoso fue en busca de Oduduwa y le dijo: vengo a buscarlo, para que usted conozca un gran secreto, lo llevó hasta la palma a la orilla del río, desenterró la criatura y le dijo a Oduduwa: mire, usted conoce esto? Oduduwa sorprendido le dijo: no, pero es muy lindo, desde hoy este será mi Elegua, sacó al niño de la fosa, mandó que le dieran comida y lo nombró Agboni.

Borosia al ver la alegría de Oduduwa guardó el secreto, así Boromu y Yewa siguieron amándose a escondidas y Agboni siguió viviendo con su abuelo.



Publicar un comentario